Macusani, 09 de marzo 2014
Hace un mes y 10 días nació la primera alpaca-llama en el fundo Calvario, en la provincia de Carabaya, conocida como la capital alpaquera del país. Se trata de un embrión de alpaca que fue trasladado al vientre de una llama para mejorar la calidad de su lana. La transferencia utilizando biotecnología ocurrió en febrero del 2013. Se escogió una alpaca mejorada genéticamente para donar el embrión. Tras el proceso de fecundación de ocho días, se le retiró el feto para colocarlo en una llama “receptora”. Este animal también fue preparado por días para que pueda continuar el proceso de gestación.
Para este caso la “donadora” fecundó tres embriones, uno fue transferido a la llama, el segundo a otra alpaca y el tercero se quedó con la madre. Las alpacas y llamas solo dan una cría por año, pero con este procedimiento se logró tres en el mismo periodo. Luego de 344 días la llama alumbró la cría mejorada en excelentes condiciones.
Auquénidos de calidad
El responsable del proyecto es el veterinario Rito Huayta. El especialista destacó el avance de la tecnología, que ya fue aplicada en Argentina.
Los beneficios que trae la transferencia son diversos. Primero, las llamas son más resistentes al frío. Tienen mejor habilidad para la crianza y la cantidad de leche es mayor. Además no es lo mismo crecer en el vientre de una alpaca que en el de una llama. En esta última existe más espacio para que el feto se desarrolle en mejores condiciones.
El proyecto es ejecutado por la Municipalidad Provincial de Carabaya, para mejorar la calidad genética de los camélidos y las ganancias en los productores. Luego de los resultados, Ronald Gutiérrez, alcalde provincial, invocó a los ganaderos a practicar esta técnica. En Puno existen cerca de 2,5 millones de alpacas, pero solo el 8% cumple estándares de calidad.
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